viernes, 6 de julio de 2012

El viaje de Pachín o el cambio de valores del paradigma científico (parte II)

3 de julio. Día 2

23.40h. Catorce horas de tedioso viaje. El desánimo se apodera de la tripulación. Las ratas han empezado a roer el cadáver de nuestro joven ayudante francés contratado en el puerto. 13 años de trabajos forzados para terminar lanzado por una borda. No podíamos permitir que las ratas avanzaran más.

El ayudante francés. In memoriam.


00.30h. Nos arrepentimos profundamente de haber lanzado el cadáver por la borda. Y cuando decimos cadáver hablamos de alimento. Habíamos pensado en todo el equipamiento tecnológico pero nos olvidamos de la comida. Estamos pensando en abandonar nuestra gesta. ¿Demasiado pronto? De acuerdo, seguimos.

2.45h. Tremendamente hambriento, Canardo ha perseguido a una rata común (o eso parecía) que le ha conducido hasta su guarida, en lo más hondo de la bodega del navío. Canardo ha tratado de penetrar la entrada. La operación ha fracasado.

3.15h. Canardo decide usar el magnetoscopión para averiguar qué sucede en la guarida de la rata. Tremenda sorpresa: las ratas se organizan en una sociedad compleja. Tras una observación preliminar, pareciera que hay una rata suprema, el faraón de los roedores. En el estrato inmediatamente inferior se situarían las seis ratas ministro, seguidas por dieciocho ratones-sacerdote. En la base de la pirámide jerárquica, Canardo ha creído identificar unas doce mil ratas soldado. Debemos entrar en contacto con los líderes de esta sociedad subterránea antes de que destruyan nuestro proyecto.

4.26h. Tras ceder el timón a Canardo -pues alguien debe controlar la nave- Lapino, equipado con un megáfono, intenta establecer un primer contacto con lo que en adelante llamaremos el RATAMUNDO.
- Rats! Hello?
(en nuestras expediciones científicas siempre utilizamos el idioma internacional de la ciencia).
- We think that cooperation might be necessary for our survival. Please send one or two of your lower rank members.

6.30h. Hemos abandonado toda esperanza de comunicación con el ratamundo después de que Lapino haya lanzado nuestro mensaje a través del megáfono. Nos echamos en nuestras literas hambrientos, exhaustos, desesperanzados y más escépticos que nunca en cuanto a nuestra búsqueda científica. Y hambrientos.

9.40h. Un leve murmullo repetitivo despierta a Canardo. Éste se acerca hasta el magnetoscopión todavía enfocado al ratamundo. Éste es su informe de lo sucedido:

"El faraón rata sujeta un pequeño cono de papel. Tras él, los seis ministros lo siguen al unísono en un cántico fantasmal que parece sumirlos en un trance místico. Tras horas de escucha, logro identificar su mensaje. A continuación transcribo lo que ha podido registrar el magnetoscopión:

'We know Pachín's paradero.
We know Pachín's paradero.
WE KNOW PACHÍN'S PARADERO'.


Un ejemplar de rata-sacerdote captado por el magnetoscopión.

1 comentario:

Laser King dijo...

El rata-sacerdote lleva puesto un traje de ganchillo. Mi tatatatarabuelo siempre me dice: "requetequetebisbisnieto, no te fies de una cucaracha marsupial"