Aclaradas las cosas, entremos en materia:
Para unas fechas tan señaladas hemos creído conveniente explicaros qué hay que hacer para que las fiestas navideñas pasen de ser maravillosas a ser LA CULMINACIÓN DE LA FELICIDAD EN TODO SU ALCANCE SIDERAL. TOP TEN. Para ello hemos diseñado un plan quirúrgico de actividades que harán las delicias de vuestra comunidad. Ya sea judía o rastafaray.
ACTIVIDAD NÚMERO UNO: La fiesta de hacer cosas altamente peligrosas antes de Navidad.
En el hogar de Lapino y Canardo esta fiesta se celebra desde tiempos inmemoriales. Consiste en: construir todo un mundo mágico de ilusión y alegría e implicarse profundamente en él. Este mundo es falso. La vuelta a la realidad puede ser trágica. Por suerte, llega la Navidad y con ella los regalos. Si la implicación ha sido excesiva hasta el punto de llegar a la disociación de la realidad y LO MÁGICO, te quedan unos días de vacaciones para recuperarte. Seguro que tu familia te apoya. Es mejor que te pase esto ahora que en mayo.
ACTIVIDAD NÚMERO DOS: El ponche duro.
El ponche duro consiste en hacer un ponche a base de cosas duras, no líquidas. Por ejemplo: una de las recetas con más solera en casa de Lapino y Canardo es: el ponche Buckingham: 3 partes de:3:partes:de:3. El 3 no es algo duro porque es algo abstracto. A ver si captáis dónde está la broma. Está muy bueno.
ACTIVIDAD NÚMERO TRES: El destino de Santa Claus.
Hay que hacer una Ouija la noche del 24 al 25 de diciembre (nochebuena). Cuando aparezca el espíritu hay que preguntarle: ¿Después de ir a mi casa, a qué casa irá Santa Claus, concretamente? Probablemente, la Ouija no te dirá nada. Hay que ser perseverante. La nochebuena es larga.
ACTIVIDAD NÚMERO CUATRO: Los turrones.
Los turrones, habitualmente, son de almendra. Te proponemos un giro dramático para darle un toque exótico a las festividades. Qué nos decís si decimos TURRÓN DE TURRÓN? EL METATURRÓN!
ACTIVIDAD NÚMERO CINCO: La ducha a deshoras.
Llegan las 22.30 de la noche. El foie y los langostinos van dejando paso a la sopa de galets. La familia alcanza el clímax de unidad espiritual. Ha llegado el momento de sorprender a propios y extraños. Tómate una larga y relajante ducha para celebrar el paso al segundo plato desde la intimidad del baño. Exige que te traigan el plato de sopa al baño. Es Navidad.
ACTIVIDAD NÚMERO SEIS: La misa del gallo, revisited.
Accede a tu templo habitual por la sacristía vestido de sacerdote y somete al cura a tu voluntad litúrgica a través de argumentos irrefutables. Puedes hacer la misa que más te guste. Puedes leer tus versículos preferidos. Win/win (el sacerdote ostenta un rango mayor que el cura. Partes con ventaja).
ACTIVIDAD NÚMERO SIETE. El despertar navideño fallido.
Después de los turrones de nochebuena, cuando todo el mundo se haya acostado y el hogar esté en silencio, adelanta todos los relojes y calendarios 24 horas. Cuando el día amanezca y la familia salte de la cama jolgoriosa esperando encontrar los regalos -que tú habrás escondido previamente- hay que reprocharles con mucha violencia que hayan dormido 24 horas y por tanto, se hayan saltado la Navidad. Es decir: Te han robado la Navidad. Házselo pagar. ¡Qué risas!
ACTIVIDAD NÚMERO OCHO. Villancicos hi-fi.
Adquiere un reproductor musical de muy alta calidad. El más caro del mercado. Hazte con las copias máster de las grabaciones originales de los mejores villancicos internacionales. Reúne a los tuyos entorno al subwoofer. Corta los agudos. Sube los bajos. Cierra los ojos. Trans.
ACTIVIDAD NÚMERO NUEVE: 4 momentos especiales.
1: El sangrado. Algo que no se hace desde la Edad Media. Pero en nuestros corazones sigue muy vivo.
2: La calefacción demasiado alta. Nos desnudamos. ¡Ufff, qué apuro! ;)
3: Cocción lenta. El rosbif no estará listo hasta el 28 de diciembre. Habrá que esperar.
4: El ejército. Tropas de élite entrando por el balcón de tu casa en el momento más oportuno. La seguridad de los tuyos está garantizada.
ACTIVIDAD NÚMERO DIEZ: Marcharse con Ramón.
Si no sabes con quien irte: ¡No lo dudes!